sábado, 17 de abril de 2010

DEPREDACION.
Los organismos marinos están interconectados unos con otros por relaciones de muy diversa índole, siendo las relaciones tróficas las que más clarifican el funcionamiento de un ecosistema en su conjunto.
En el ambiente pelágico, los vegetales microscópicos del plancton (fitoplancton) son los productores primarios. Éstos, mediante la fotosíntesis, sintetizan materia orgánica (hidratos de carbono, proteínas y ácidos grasos), utilizando para ello la energía luminosa aportada por el sol, la clorofila de la que son portadores y las sustancias inorgánicas presentes en el medio. Este fitoplancton es consumido por herbívoros microscópicos (zooplancton), que en un alto porcentaje son crustáceos (copépodos y decápodos).



COMENSALISMOS.
Comensalismo es la relación no permanente ni obligatoria que se establece entre dos especies diferentes de la que una sale netamente beneficiada mientras que para la segunda es una relación neutra o indiferente.
El ejemplo más típico de este tipo de relación es el que establecen especies acompañantes como la rémora (Echeneis remora) o los peces pilotos (Neucrates spp.) con tiburones, mantas, cetáceos o tortugas. La presencia de la especie acompañante es aparentemente indiferente para el depredador al que acompaña, mientras que a la inversa la relación proporciona protección y restos de alimento a la especie acompañante.





SIMBIOSIS.

Es la relación permanente que se establece entre dos especies diferentes que llevan una vida común, y de la que obtienen un beneficio recíproco.

Es la relación que mantienen ciertas especies de algas unicelulares y ciertos animales, principalmente esponjas y cnidarios, que las alojan en sus tejidos internos. El animal aprovecha el oxígeno desprendido en la fotosíntesis, se nutre parcialmente de las sustancias excretadas por las algas, y se ve libre de parte de sus productos metabólicos que son consumidos por el alga. Por su parte, las algas obtienen un microhábitat sin competencia con otras algas, y los nutrientes seguros y constantes que el metabolismo del animal les proporciona.
El ejemplo más claro de esta relación se observa en las especies bentónicas (ciertas esponjas, ascidias, etc.) que tienen una coloración intensa en la parte del cuerpo que recibe más luz, mientras que la que menos luz recibe es bastante más clara o incluso blanquecina.


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